“Sembrar hoy, es cosecha para mañana: claves para una vejez plena”
Por: Ariel Ceballos, Fabián Acevedo, Belén Zuñiga, María Fernanda Barría, Matías Rodríguez.
Lo que hagamos hoy será clave para vivir con tranquilidad y alegría en el futuro.
En Chile cada vez hay más personas mayores. Esto trae desafíos en pensiones, salud y redes de apoyo. Pero también abre la oportunidad de pensar cómo queremos llegar a la vejez y qué cambios necesitamos como sociedad.
Según el informe “Conciliación: El envejecimiento de la población” el envejecimiento de la población a nivel mundial tiene un impacto en el sistema de salud de los países. Por una parte, los adultos mayores necesitan cuidados diferentes al resto de la población y por otra, son ellos los que más demandan al sistema.
Chile comparte el perfil epidemiológico con países desarrollados, por lo que al observar lo que ha ocurrido en otros países, se debe enfatizar en la prevención y promoción de un “envejecimiento saludable”, a modo de garantizar un buen estado de salud, autonomía e independencia del adulto mayor.
Chile envejece rápido
En los últimos 30 años, Chile ha cambiado mucho en su composición demográfica. En 1992, sólo un 4,3 % de los hogares estaba formado por personas mayores. Hoy esa cifra llega al 11,6 %, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Actualmente, un 14 % de los chilenos tiene más de 65 años. Hace tres décadas era apenas un 6,6 %. Las proyecciones también llaman la atención, ya que para el año 2050, se calcula que los adultos mayores serán entre un 28 % y un 32 % de la población, es decir, cerca de 7 millones de personas. De ese total, unos 2 millones tendrían más de 80 años.
Este fenómeno, bautizado como “Chile plateado” por el programa Conocimiento e Investigación en Personas Mayores (CIPEM), trae consigo un reto enorme. No solo es un tema económico, también implica cambios sociales y políticos ¿cómo aseguramos que estas personas vivan con buena calidad de vida?
Vida activa, pero con riesgos de soledad

La buena noticia es que el 80 % de los adultos mayores en Chile son autovalentes, es decir, pueden hacer su vida diaria de manera independiente. Muchos participan en juntas de vecinos, talleres y actividades comunitarias. Pero también existe el lado más duro, la soledad. Con cerca de un 25% de hogares unipersonales (personas que viven solas) y menos jóvenes en zonas rurales, muchos mayores pasan gran parte de su tiempo sin compañía, sin redes de apoyo. En Río Hurtado, por ejemplo, casi el 25 % de la población ya supera los 65 años, porque los más jóvenes migran a las ciudades. En Chile, el 16,2% de la población supera los 60 años, y alrededor de 460 mil personas mayores viven solas, según la Encuesta Casen.
Salud mental en adultos mayores

Un reciente informe del Observatorio de Envejecimiento UC revela que 38% de los mayores de 60 años en el país presentan síntomas relacionados con la depresión, una cifra considerablemente superior al promedio mundialdel 3,8%, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). (2024) En el país, 1 de cada 2 personas mayores de 60 años reportan tener hipertensión, mientras que un 27% declara vivir con diabetes, un 21,5% con dolor crónico y un 14,6% con depresión. (2025) En ese sentido, la psicóloga Viviana Tartakowsky de la Pontificia Universidad Católica de Chile y directora de la Carrera de Psicología en la Universidad Bernardo O´higgins mencionó que en Chile existe el miedo a envejecer y no se valora a los adultos mayores. “Primero hay que situar que la depresión y la ansiedad en Chile están disparadas, tenemos un problema de salud mental muy grave que no ha sido atendido en ninguna de las dimensiones correspondientes”, aseguró la psicóloga.
Agregando que, “también está todo el tema de que es muy distinto envejecer siendo pobre y atendiéndose en el sistema de salud público que teniendo dinero para atenderse en el sistema privado”.
“Entonces desde ahí hay que ver esta depresión en el adulto mayor como parte de un tema de salud mental más amplio, donde las personas más afectadas por estos cuadros son lamentablemente las poblaciones más vulnerables que son los niños, niñas y adolescentes, las mujeres y los adultos mayores”, recalcó la psicóloga.
Por último, la directora de la carrera de psicología de la Universidad Bernardo O’Higgins, Viviana Tartakowsky, aseveró que la prioridad en la actualidad es “vivimos en una sociedad antienvejecimiento, en una sociedad que prioriza el verse joven siempre y donde, a diferencia de otras culturas, la visión que tienen hacia los adultos mayores es distinta”.
Los errores del pasado se pagan caro
Siguiendo esta línea, la señora Olga Varas, una mujer de 76 años, relata cómo la falta de autocuidado a lo largo de su vida no tomar vitaminas, no realizar actividad física ni preocuparse por su bienestar la ha llevado a enfrentar una vejez difícil, marcada por la tristeza y el desgaste físico:
“Yo por pensar en mis hijos, en todo, yo me dejé de lado. Nunca tenía plata para mi vitamina, para todos mis remedios, para ir a un gimnasio, nunca supe de eso. Después empecé a criar a mis hijos, todos los años con un hijo. Tuve cuatro hijos . Después que mis hijos eran ya grandes, me fui a trabajar muy lejos de casa”.
Ella explica que desde los 17 años se dedicó por completo al trabajo y al cuidado de su familia: sus hijos, su esposo enfermo y posteriormente sus nietos.
“Me levantaba a las 6 de la mañana y me acostaba como a las 12 de la noche por 24 años”.
Además, dirige una crítica al Estado por la escasa preocupación hacia los adultos mayores, evidenciada en las pensiones mínimas que reciben, como la que ella obtiene tras jubilarse.
“Yo creo que se debería valorar más a los abuelitos, pero valorarlos de los 60 años para arriba, no de los 80”.
La ruta para una vejez felíz
Según el INE (Instituto Nacional de Estadística) el Índice de Envejecimiento en Chile en 2024 muestra que por cada 100 personas de 14 años o menos hay 79 personas de 65 años o más. Para seguir en este sentido la geriatra que trabaja en el Hospital el Carmen Tahía Alarcón advirtió que:
“Desde muy joven hay que cuidarse . Diría desde la niñez. Porque, por ejemplo, te pongo el caso, Chile es uno de los países con más alta tasa mundial de obesidad en los niños, ¿Qué pasa? Si tengo niños obesos, voy a tener adultos jóvenes con complicaciones. Si tengo un adulto joven que se infarta a los 30 años, a los 50 ya va a estar muy deteriorado. ¿Y qué vamos a tener? Un envejecimiento no saludable. Entonces, en realidad, el envejecimiento como exitoso comienza desde mucho antes.
Ya no comienza desde que voy al médico a los 50, para antes entrar a los 60. No, comenzó
desde tu vida incluso intrauterina, Entonces, la importancia es que de niños hagan ejercicio, aprendan a comer, que los adolescentes no consuman droga, idealmente no alcohol, no tabaco, que tengamos una vida lo más saludable posible para que lleguemos con las óptimas condiciones a la vejez”.
En esta misma línea ,el kinesiólogo,Matías Pino, del Centro Médico San Javier, entrega cuatros claves para alcanzar una vejez plena y feliz.
Clave N°1: La preparación para la vejez no empieza a los 60, empieza a los 30
“Aunque suene radical, la evidencia biomecánica es clara: hasta los 30 años, nuestro cuerpo tiene la capacidad de regenerar tejidos de forma óptima. Después de esa edad, entramos en una nueva fase que no es de declive, sino el momento ideal para empezar a prepararse activamente para el futuro. Este enfoque choca directamente con las estrategias de salud pública actuales. La mayoría de las campañas de prevención se enfocan en personas de 60 o 65 años en adelante, un enfoque reactivo y tardío”.
En ese sentido el kinesiólogo recomendó que “ una campaña de prevención que abarcara desde los 40 años en adelante, porque la gran mayoría abarca de los 60 a 65 en adelante. Entonces, no es lo ideal.» Pensar en la vejez a los 30 no es pesimismo; es la estrategia más inteligente para construir una base de fuerza que nos sostendrá décadas más tarde”.
Clave N°2: Una vejez feliz es imposible sin una red de apoyo sólida
“Una vejez feliz no se define únicamente por la capacidad de moverse sin dolor. Es un concepto integral un ‘estado biopsicosocial completo’, abarcando la salud física, la mental y el entorno. Este componente social es más crucial incluso que la independencia funcional o la agudeza mental. Sentirse conectado, apoyado y parte de una comunidad es el pilar fundamental sobre el que se construye una vejez verdaderamente plena”, recalcó Matías Pino.
Clave N°3: El peor error familiar: Obligar a los mayores a ejercitarse solos
Además, el especialista agregó una especial recomendación para quienes están cerca de una persona de tercera edad. “Un consejo clínico directo para las familias es no cometer el error de ‘mandar’ al adulto mayor a hacer ejercicio solo, esta estrategia casi siempre
fracasa. La razón es simple: el ser humano es un ser sociable. Aislar a una persona para que realice una actividad física puede hacer que se sienta estigmatizada o ‘enferma’, generando rechazo en lugar de motivación”.
“La solución recomendada es mucho más poderosa: que la familia completa cambie sus hábitos. Involucrarse en la actividad física en conjunto es una de las formas más prácticas y efectivas de construir y fortalecer esa ‘red de apoyo’ que, como vimos en la clave anterior, es el factor principal para una vejez feliz”.
Clave N°4: Los jóvenes cometen un error fatal: Ignoran las «cargas normales» del cuerpo
“El error más común entre los jóvenes es no pensar en el futuro. Esta falta de previsión se manifiesta de dos maneras principales: el consumo de sustancias que deterioran el cuerpo y, sorprendentemente, el exceso de deporte que daña las articulaciones. Muchos deportistas jóvenes pagan un alto precio en su vejez por haberse sobre exigido sin control. La idea central para la prevención es simple: mantener siempre una ‘carga normal’ para el cuerpo. Esto significa realizar movimientos controlados y sin cargas excesivas para proteger y lubricar las articulaciones”, advirtió el kinesiólogo.
Destacando que, “este es precisamente el motivo por el que la preparación debe comenzar a los 30: para desaprender los malos hábitos de la juventud y construir una base de movimientos controlados que protejan el cuerpo, en lugar de desgastarlo”.
Envejecer en Chile es una realidad que ya estamos viviendo. Hoy un 14 % de la población tiene más de 65 años y en 2050 esa cifra podría llegar al 30 %. Aunque la mayoría de los adultos mayores son independientes, muchos enfrentan soledad, enfermedades y problemas de salud mental.
Las palabras de especialistas como Viviana Tartakowsky muestran que aún existe miedo a envejecer y poco valor hacia las personas mayores. Al mismo tiempo, otros profesionales recuerdan que prepararse desde joven, mantenerse activo y tener redes de apoyo son claves para vivir mejor esta etapa.
La vejez no debe verse como un problema, sino como una etapa más de la vida. El desafío es que, como sociedad y como familias, construyamos condiciones para que todos podamos llegar a ella con dignidad, compañía y felicidad.
Prepararse no significa esperar a los 60 años, sino comenzar mucho antes, cuidando la
salud, fortaleciendo los vínculos familiares y comunitarios, y planificando la seguridad económica. Una vejez feliz no depende sólo de políticas públicas, también de las decisiones que tomamos en el día a día y del valor que le damos a nuestros adultos mayores. Si como sociedad logramos ver la vejez no como un problema, sino como una etapa de vida con derechos, dignidad y nuevas oportunidades, estaremos construyendo un Chile más justo y humano para todos, hoy y mañana.