Nuevo Metro al Aeropuerto: ¿Un Avance Exclusivo o Integrador?
Por: Patricio Núñez
Imagen generada con inteligencia artificial
La anunciada extensión del metro al Aeropuerto Arturo Merino Benítez marca un hito en la conectividad de Santiago con su principal terminal aérea. Presentado durante la última cuenta pública, el proyecto ha generado gran expectación, especialmente por la promesa de unir Cerro Navia con el aeropuerto en apenas siete minutos, lo que representa un avance significativo para viajeros y trabajadores del sector.
Actualmente, acceder al aeropuerto desde el centro de Santiago en transporte público puede convertirse en un verdadero desafío. La ruta más común combina un tramo en metro hasta la estación Pajaritos y luego un viaje en el bus 555 de Red. Esta conexión, que puede tardar más de 30 minutos o inclusive una hora por las mejoras de la ruta 68, es vista por muchos como lenta, incómoda e insuficiente para el nivel de movilidad que demanda una capital moderna.
La futura Línea A, que conectará directamente Cerro Navia con el aeropuerto a través de un trazado subterráneo y expreso, promete ser un cambio radical. Con una duración estimada de sólo siete minutos, se perfila como una opción premium orientada a quienes priorizan la rapidez y eficiencia en sus desplazamientos.
Sin embargo, no todo son aplausos. En Pudahuel, la comuna que alberga físicamente el principal terminal aéreo del país, la noticia ha sido recibida con sentimientos encontrados. Aunque se reconocen los beneficios potenciales que el proyecto podría traer para el turismo, el comercio y la imagen internacional de Santiago, persisten dudas legítimas sobre cuánto se consideró realmente a las comunidades locales en su planificación.
En este contexto, el alcalde de Pudahuel, Ítalo Bravo, expresó su preocupación y opinó en ADN radio que “no es para nosotros una buena noticia que nuevamente el sector rural de Pudahuel tenga que verse afectado por estos proyectos de país. Los entendemos, pero sentimos que debió haberse considerado una alternativa donde la afectación a nuestras comunidades fuera menor”.
Sus palabras reflejan una inquietud compartida por muchos vecinos: la percepción de que, una vez más, los grandes proyectos de infraestructura pasan por sus territorios sin dejar beneficios proporcionales, y con impactos que podrían haberse mitigado con una mejor planificación territorial.
El caso de Pablo Viñulir, residente de Cerro Navia y empleado del aeropuerto, ilustra los beneficios concretos que la Línea A podría traer para ciertos sectores: «Para mí, la Línea A es una bendición. Me voy a ahorrar una hora de viaje al día. Podría pasar más tiempo con mi familia o simplemente descansar después de una jornada larga», comentó a El Narrador.
Su testimonio refleja una de las grandes promesas de este proyecto: mejorar la calidad de vida de quienes han estado históricamente desconectados del sistema de transporte eficiente. Sin embargo, también evidencia el riesgo de que los beneficios queden limitados a unos pocos, si no se garantiza una integración real con las comunidades locales.
En una conversación con Lucas Romero, especialista en infraestructura de transporte urbano y miembro de la ONG Transport Community Chile (T.C.C.), la Línea A representa una oportunidad estratégica tanto para Pudahuel como para la imagen internacional de Santiago.
«Un aeropuerto conectado por metro posiciona a cualquier ciudad en un estándar superior de movilidad. Si se asegura que Pudahuel tenga accesos adecuados y estaciones bien integradas al entorno urbano, el impacto positivo será enorme, no solo para los pasajeros, sino también para el comercio local y el empleo. Esta línea no debe ser una autopista subterránea que pase de largo sin detenerse donde más se necesita», aseveró Romero.
La extensión del metro al aeropuerto representa un gran avance en la conectividad de Santiago, al reducir drásticamente los tiempos de viaje y mejorar la calidad de vida de muchos usuarios. Sin embargo, también ha generado inquietud en comunidades como Pudahuel, que temen quedar excluidas de los beneficios del proyecto. Para que esta obra sea realmente transformadora, debe combinar eficiencia con inclusión y considerar a todos los territorios que impacta.