El nuevo auge del biocombustible en Sudamérica: ¿Qué pasa con el etanol en Chile?
El biocombustible es una de las alternativas energéticas que se ha impulsado los últimos años a nivel mundial, con variados resultados y muchos países involucrados. El biodiesel y etanol como alternativa cada vez más toma más fuerza, por su contribución al medioambiente y su rentabilidad.
Este combustible ha sido relevante en el vecino país de Brasil, en donde desde los años 70 se produce etanol de manera local y, actualmente, se encuentra con el objetivo de aumentar de manera considerable la producción de este combustible, con el objetivo de reducir el impacto ambiental tanto de la refinación, como de las emisiones producidas por el consumo de estos combustibles.
Brasil BioFuels, una empresa íntegramente brasileña, la cual invertirá cerca 320 millones de dólares en una biorrefinería de aceite vegetal o diésel renovable, con el objetivo de producir por lo menos unos 500 millones de litros de diésel verde de manera anual, bajo la distribución de Petrobras. Esta iniciativa no solo busca alimentar gran parte del norte de Brasil, sino que se habla de la posible exportación del producto a mercados dentro Latinoamérica, entre ellos el mercado de nuestro país.
El claro ejemplo de esto es el Grupo Potencial de Brasil, quienes invirtieron cerca de 108 millones de dólares en la renovación de una de sus fábricas de producción de biocombustible, convirtiéndola en la mayor fábrica de combustible verde en base a aceite de soja. Del mismo modo, el grupo empresarial brasileño, busca aumentar inmensamente el volumen de producción, todo esto apoyado por la legislación brasileña.
Si bien en Chile en un momento dado se habló de movilidad limpia con el biocombustible inicialmente desarrollado por Porsche en el sur de nuestro país, no se han visto iniciativas para comercializar combustibles verdes como el etanol y el biodiesel. A diferencia de la implementación de puertos de carga para vehículos eléctricos, sobre todo en zonas cercanas a centros urbanos, pese a que este tipo de energía, aún no convence del todo a aquellos que buscan un vehículo con un combustible mucho más amigable con el medioambiente.
De comercializarse el biocombustible brasileño en nuestro país, podemos esperar una competencia mayor en cuanto a precios por combustible, y así mismo menores emisiones correspondientes al uso de los vehículos que lo utilizan, aunque no todos los vehículos están hechos para funcionar con alternativas como el etanol.
Las autoridades aún no han mostrado mayor preocupación ni han realizado acercamientos respecto a la distribución de estos llamados e-fuels en Chile, pero esto podría cambiar, ya que el actual Gobierno, busca nuevas alternativas de combustibles para nuestro país.