El futuro incierto que debemos enfrentar
El cambio climático, una problemática inevitable, pero muy preocupante donde no solo afecta a nuestra naturaleza, sino también a la vida de las personas. A medida que las temperaturas globales continúan aumentando, los efectos son cada vez más negativos. Todo esto a raíz de actividades humanas, especialmente con la quema de combustibles fósiles y la deforestación.
Cabe recordar que este año en Europa, particularmente en España, hubo problemas de elevadas temperaturas, donde éstas alcanzaron hasta los 52° de calor. Tomando medidas de precaución para adultos mayores y regulando los horarios de salida con el objetivo de no estar expuesto al calor que llegó a niveles mortales.
Es por eso, que la ola de calor que se aproxima en unos pocos meses en nuestro país puede poseer de una intensidad extrema. Las autoridades correspondientes deben organizar lo más pronto posible algún tipo de plan preventivo para el verano. Dado que, si no tienen un sistema determinado para enfrentar el calor, podría culminar en consecuencias mayores. No solamente en la muerte de las personas, sino que afectaría al mundo agrícola y se perderían cosechas, además, existirían incendios forestales de los que Chile ya ha tenido suficientes.
En esa línea, hay que tener en cuenta el cuidado responsable del agua, sin embargo, su consumo no debe ser menor con el objetivo de no llegar a la deshidratación.
No hay que tomar esta situación con un punto de vista apocalíptico, solo hay que verlo como una circunstancia que finalmente llegará y que posiblemente se replique. Es necesario el estudio de zonas críticas en el país y sus respectivas proyecciones en la materia.
Según en el periódico global, El País, plantea que en países de Sudamérica como Brasil ya han caído y han tenido que experimentar las potentes temperaturas de calor, llegando a los 40 grados al final de su invierno. Se explica que el cambio climático se debe a un bloqueo en éste mismo, un proceso que llega a detener la llegada de frentes fríos. Este tipo de casos produce que, en zonas de baja presión térmica, exista una alta intensidad de calor.
Finalmente, estamos a adportas de vivir a una rutina de magnas incertidumbres, esperando que las autoridades hagan las medidas previas correspondientes.