«El Dilema de los Deepfakes y Uberduck: Entre la Innovación y la Amenaza en la Era Digital»
Por: Matías Vega
Nuestro mundo cada vez más digitalizado, el ascenso de la inteligencia artificial ha dado lugar a una nueva y peligrosa arma de doble filo: los deepfakes y Uberduck, una tecnología que puede utilizarse tanto para el bien como para el mal. La presencia de la inteligencia artificial en nuestras vidas ha traído avances revolucionarios, pero también ha planteado preocupaciones en relación con la seguridad e integridad de la información. Dos de las tecnologías más discutidas en este contexto son los deepfakes y Uberduck, ambas capaces de engañar y manipular con resultados sorprendentes.
Los deepfakes, o falsificaciones profundas, son una técnica que utiliza algoritmos de aprendizaje automático para crear videos, imágenes o grabaciones de audio falsos que parecen ser auténticos. Si bien se han utilizado para aplicaciones creativas y entretenimiento, como la inserción de actores en películas clásicas o la generación de voces de personajes famosos, también han sido empleados para fines nefastos, como la difusión de noticias falsas o la suplantación de identidad.
“Uno de los grandes peligros de los deepfakes para las empresas no es solo el robo de datos. Los riesgos reputacionales pueden tener consecuencias muy graves. Basta con la publicación de un video en donde, aparentemente, un ejecutivo hace declaraciones sesgadas de temas delicados. Esto puede provocar, por ejemplo, la caída de la compañía en la bolsa de valores. Sin embargo, la posibilidad de que se produzcan estos ataques aún es baja por el alto coste de crear un deepfake realista”, explica Dmitry Anikin para El Mensajero, experto senior de seguridad en Kaspersky. “Es importante estar al tanto de los detalles que pueden indicar que un video es falso y mantener siempre una actitud escéptica. También hay que asegurarse de que los empleados entiendan qué es un deepfake y cómo pueden reconocerlo”, añade.
Por otro lado, Uberduck, una variante avanzada de deepfake, ha ganado notoriedad en la última década. Uberduck va más allá de la creación de contenido falso, ya que puede imitar no solo la apariencia y la voz de una persona, sino también su comportamiento y estilo de comunicación. Esto lo convierte en una herramienta aún más poderosa y peligrosa.
El uso malicioso de deepfakes y Uberduck ha suscitado preocupaciones en todo el mundo. Las posibilidades de desinformación y manipulación política son enormes, y se han registrado casos de celebridades y figuras públicas que han sido víctimas de contenido falso. Además, estas tecnologías plantean graves problemas éticos y legales, como la invasión de la privacidad y la difamación.
Sin embargo, no todo es sombrío en el horizonte de los deepfakes y Uberduck. Estas mismas tecnologías también tienen aplicaciones positivas. Por ejemplo, en el ámbito de la medicina, los deepfakes pueden utilizarse para crear modelos 3D de órganos internos a partir de imágenes médicas, lo que facilita diagnósticos más precisos. Además, en la educación y el entretenimiento, estas herramientas pueden enriquecer la experiencia del usuario de maneras innovadoras y emocionantes.
En este mismo contexto, El Mensajero, conversó con la Dra. Nadezda Abbas jefa del centro de investigación en ciberseguridad de la UBO, en la que nos explica el cómo el avance del uso de la IA afecta la ciberseguridad, “Existe como ciberseguridad diciendo, sí, está trabajando para hacer estos bloqueos. Sí, sin duda, pero la cosa es que la velocidad de desarrollo de herramientas como para mí, siempre es mucho más rápida que el desarrollo de herramientas o programas de seguridad. Por eso acá en la universidad, un poco alineada, por ejemplo, empezamos a usar doble autentificación. Sí, autentificación de multifactores. Porque cada vez que nosotros hagamos un paso más para verificar nuestra identidad, esa es una herramienta para enfrentar amenazas” explicó
La lucha contra los deepfakes y Uberduck es un desafío constante. Las empresas de tecnología y los gobiernos están invirtiendo en la investigación y el desarrollo de herramientas de detección y regulaciones para frenar su propagación y uso indebido. La concienciación pública también desempeña un papel crucial en la protección contra estas amenazas digitales.