Diputada y ex ministra Helia Molina: “Hay miles de abortos clandestinos que matan y enferman a muchas mujeres”
Por: Camila Aponte
El debate sobre la legalización del aborto vuelve a instalarse en Chile, presentándose como uno de los temas más complejos y sensibles del país. El nuevo proyecto de ley busca ampliar el derecho a decidir, reconociendo que un gran número de mujeres recurre a abortos clandestinos, poniendo en grave riesgo su salud y su vida. Sin embargo, esta postura no es compartida por todos.
Uno de los opositores al proyecto es el senador Sergio Gahona, representante de la UDI: “Estoy en contra del proyecto de aborto libre. Creo que esto no es una discusión de más o menos semanas, sino sobre el compromiso de la sociedad con la vida de los más indefensos”. Para él lo importante no es legalizar el aborto, sino que prevenirlo, dando apoyo a las mujeres, especialmente a las que están en una situación vulnerable y por otra parte fortalecer la protección a la infancia.
Gahona también cuestiona el momento en que se presenta esta propuesta: “El gobierno sabe que no tiene mayorías, pero probablemente quiere que nos distraigamos peleando por temas valóricos en vez de dedicarnos a empujar cambios necesarios contra los abusos que este Ejecutivo ha demostrado en salud”, afirmó, haciendo hincapié en las personas que actualmente se encuentran en listas de espera del sistema público. Para él, el aborto no solo es moralmente inaceptable, sino que tampoco constituye una prioridad ciudadana.
Desde el otro lado del espectro político, la ex ministra de Salud, Helia Molina, del PPD, nos muestra una posición opuesta. Reconocida por su defensa a los derechos sexuales y reproductivos, Molina considera que este proyecto es urgente y absolutamente necesario. “Hay miles de abortos clandestinos que matan y enferman a muchas mujeres”, aseguró. Y para ella, este debate no debe ser reducido a las creencias personales o a las convicciones religiosas de las personas.
Molina también se refirió a las personas que minimizan la relevancia del aborto en comparación con otras necesidades sociales: “Las necesidades de las personas son muchas y diversas. Si comparamos el derecho a tener techo y comida, claro que el aborto puede parecer menos urgente. Pero eso no significa que no sea importante”.
La realidad que ambas posturas reflejan es clara: el aborto sigue siendo un tema difícil de discutir en Chile. Mientras algunos sectores políticos se niegan siquiera a discutirlo, otros insisten en que no se puede seguir ignorando lo que pasa en la realidad. La clandestinidad del aborto no lo elimina, solo lo vuelve más peligroso para todas las mujeres, especialmente para mujeres sin recursos.
Lo que está en juego va más allá de aprobar o no una ley. Se trata de decidir si Chile quiere tener una sociedad que respete el derecho humano a decidir o si seguirá optando por un modelo que criminaliza y silencia. El camino legislativo será difícil. El proyecto probablemente enfrentará una fuerte resistencia en el Senado. Chile se encuentra en un proceso de transformación profunda, y temas como este ya no pueden ser eludidos. Esto representa un paso decisivo hacia una sociedad más justa, donde las mujeres puedan vivir su sexualidad, su maternidad o la decisión de no ser madres con libertad, respeto y sin miedo.