Desigualdad de Género: La brecha que pone en riesgo la seguridad de las mujeres
La cruda realidad de la desigualdad de género y su impacto en la seguridad y el bienestar de las mujeres, en un informe que analiza sus múltiples facetas y llama a la acción global, para no incrementar aún más la brecha de género afecta a todos los objetivos propuestos por la ONU de desarrollo sostenible.
Por: Dussan Yapur Rosas
Un reciente informe expuesto por ONU Mujeres y hecho público el jueves 7 de septiembre en la sede de las Naciones Unidas ha arrojado luz una preocupante realidad: la brecha de género se logra vislumbrar en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocidos como los Objetivos del Milenio. A pesar de los avances en la lucha por la igualdad de género, este informe revela que las mujeres en todo el mundo siguen enfrentando importantes desafíos en áreas claves para el desarrollo.
Si bien todos los ODS son cruciales, el Objetivo Número 5, centrado en la Igualdad de Género, se destaca como el área donde la desigualdad persiste de manera más evidente. El informe revela que ninguna de las metas establecidas en este ámbito se ha cumplido, lo que pone de manifiesto la falta de avance en esta área fundamental. Además, es alarmante que aún en la actualidad, un 54 % de los países carece de leyes que promuevan la igualdad de género. La presencia de mujeres en los Parlamentos nacionales apenas alcanza el 26,7 %, y solo el 28 % de los puestos de dirección en empresas privadas están ocupados por mujeres.
Sofía Castelli, quien trabaja para el Ministerio de la Mujer atendiendo a usuarias que sufren día a día situaciones de violencia nos compartió su reflexión al respecto: “Es innegable que, a pesar de los avances significativos en la lucha por la Igualdad de Género, las mujeres en todo el mundo siguen enfrentando desafíos desproporcionados. Es inaceptable que, en pleno siglo XXI, persista una brecha de género tan evidente. No podemos permitir que las mujeres sigan siendo afectadas en mayor medida que los hombres en términos de pobreza, acceso a la salud, educación, trabajo y seguridad alimentaria. Es imprescindible que trabajemos juntos, como sociedad y como líderes, para cambiar esta realidad”.
En esa misma linea la abogada agregó “Siento que es hora de que reafirmemos nuestro compromiso con la Igualdad de Género y trabajemos incansablemente para eliminar las barreras que impiden que las mujeres alcancen su pleno potencial. Juntos, podemos construir un mundo donde cada mujer tenga la oportunidad de vivir una vida libre de violencia, discriminación y desigualdad. Esto no solo beneficiará a las mujeres, sino que enriquecerá nuestras comunidades y nuestro futuro como sociedad”.
Asimismo añadió: “Trabajar con mujeres que han experimentado violencia de género y enseñarles herramientas para empoderarse es una tarea que me llena de gratificación y, al mismo tiempo, me recuerda cuánto aún debemos avanzar como sociedad. En mi labor diaria, veo de cerca las consecuencias devastadoras de la discriminación y la violencia de género, y sé que estas estadísticas frías representan historias reales de dolor y sufrimiento”.
El informe también resalta un problema arraigado en la sociedad: el trabajo doméstico no remunerado y el cuidado de familiares. Si el ritmo actual persiste, la próxima generación de mujeres se verá obligada a dedicar en promedio 2.3 horas más al día a estas tareas en comparación con los hombres. Esta desigualdad en las responsabilidades del hogar impacta, significativamente en la participación de las mujeres en el ámbito laboral y en su calidad de vida en general.
En el ámbito laboral, la disparidad de género es evidente. Mientras que un 90.6 % de los hombres en edad de trabajar están empleados, solo un 61.4 % de las mujeres en esa misma categoría, gozan de empleo. Además, en términos salariales, por cada dólar que un hombre ganó en 2019, una mujer solo ganó 51 centavos.
Carolina Herrera, psicóloga del Ministerio de la Mujer, comentó sobre estas cifras en el ámbito psicológico y contestó lo siguiente: “Como psicóloga, me encuentro en una posición única para entender las complejidades emocionales y psicológicas que enfrentan las mujeres en situaciones de violencia y desigualdad de género. Es crucial reconocer que la discriminación de género y la violencia no solo afectan la calidad de vida material de las mujeres, sino que también tienen un impacto significativo en su salud mental y emocional. Trabajar con estas mujeres, brindarles apoyo psicológico y ayudarles a desarrollar herramientas para afrontar el trauma, es una parte fundamental de nuestra labor”.
Finalmente, concluyó sobre un posible itinerario para acortar la brecha de desigualdad y de qué forma se podría ayudar a las mujeres, a lo que Herrera agregó: “Enseñar a las mujeres estrategias de afrontamiento saludables, empoderarlas para que puedan expresar sus emociones y brindarles un espacio seguro para procesar sus experiencias es esencial en nuestro trabajo. La terapia y el apoyo psicológico pueden ser un paso crucial hacia la recuperación y la reconstrucción de sus vidas. Es fundamental que, como sociedad, también nos comprometamos a abordar las raíces profundas de la desigualdad de género y la violencia, para que las futuras generaciones de mujeres no tengan que enfrentar estos mismos desafíos.
El informe de ONU Mujeres es una llamada de atención para la comunidad internacional. A pesar de los esfuerzos por alcanzar la igualdad de género, queda mucho por hacer en todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Abordar estas desigualdades no solo es esencial para el bienestar de las mujeres, sino que también es fundamental para alcanzar un desarrollo sostenible y equitativo a nivel global. Es hora de que la igualdad de género sea una prioridad en todas las agendas políticas y sociales del mundo.