Del respeto al temor: El aumento en la violencia hacia los profesores en Chile
La inseguridad ha sido uno de los principales debates durante los últimos años en nuestro país producto del aumento de casos de agresión y amenazas. Sin embargo, dicho fenómeno no solo se ha observado en las calles, sino que también se ha manifestado en varios colegios de Chile, afectando no solo la seguridad de los docentes, sino a la calidad de la educación y el bienestar de toda la comunidad estudiantil.
Fue hace unas semanas que una profesora del Liceo Bicentenario de Excelencia en Trehuaco ubicado en la Región de Ñuble, fue agredida por un estudiante de 14 años, quedando gravemente hospitalizada debido a una fractura de cráneo luego de que el alumno la golpeara en reiteradas ocasiones con el palo de un escobillón.
Este nuevo episodio reabre la discusión sobre la urgencia de aprobar la Ley de Convivencia, Buen Trato y Bienestar de las Comunidades Educativas, la cual busca prevenir y erradicar el acoso escolar en los establecimientos educacionales. El proyecto se encuentra en el Senado desde octubre de 2024 y actualmente está en su segundo trámite constitucional.
Según un estudio del Colegio de Profesoras y Profesores de Chile publicado en 2024, más del 85% (266 casos) de los docentes ha sufrido algún tipo de agresión. Los más comunes son insultos y amenazas por parte de estudiantes o apoderados, aunque la violencia física también se ha duplicado en los últimos cinco años. Estas cifras reflejan una tendencia creciente, ya que en 2019 se habían reportado 206 casos, lo que indica un aumento significativo en los últimos años.
En conversación con El Mensajero, Diego Ramírez, profesor de Historia del Colegio Altazor en la comuna de Puente Alto, fue agredido por un estudiante de segundo medio tras comunicarle que obtuvo un puntaje mínimo al resto de sus compañeros. “Me golpeó en el rostro, dejándome el ojo morado y además me escupió mientras los otros estudiantes trataban de calmarlo” relató el docente, la agresión no solo dejó secuelas físicas, sino también emocionales: “No se tomaron medidas hacia el estudiante, sin embargo, vivo con el temor de que otro alumno reaccione de la misma forma, y ponga en riesgo mi labor como profesor”.
Respecto a los casos de agresión, el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, explicó cómo se debe actuar en este tipo de agresiones hacia los docentes, señalando que “lo primero es aplicar el protocolo, sabiendo que existen normativas y reglamentos que regulan esta cosas y que es responsabilidad de los colegios, aplicarla”,
Es por esa razón que el Ministerio de Educación (MINEDUC) está impulsando el proyecto de Ley sobre Convivencia, Buen trato y Bienestar de las comunidades educativas. Esta ley propone un nuevo estándar para la gestión interna de la conciencia, actualizando los reglamentos internos e incorporando capacitaciones de la Superintendencia de Educación.
Respecto al equipo educativo, su propósito es reforzar el resguardo de la autoridad pedagógica y los derechos de las y los trabajadores de la docencia. Según fuentes consultadas del Mineduc por El Narrador: «Se resguardará que los establecimientos pueden denunciar todo evento de casos de agresión hacia los docentes, en el cual el sostenedor debe brindar apoyo y orientación jurídica en caso de una violencia».
En un contexto donde educar debería ser sinónimo de construir un futuro, la creciente violencia hacia los profesores se convierte en una señal de alarma que no se puede ignorar. No se trata solo de mejorar las condiciones laborales, sino de resguardar una profesión esencial para el desarrollo del país con políticas efectivas, para que así vuelva el respeto al docente y la seguridad que se merece en su lugar de trabajo.