Déficit hospitalario: Comisión de Salud del Senado advierte que en agosto los hospitales podrían quedarse sin fondos para insumos

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Déficit hospitalario: Comisión de Salud del Senado advierte que en agosto los hospitales podrían quedarse sin fondos para insumos

Por: Camilo Marín

La crisis presupuestaria en la salud pública comenzó a evidenciarse hacia finales del año pasado en el Hospital Carlos Van Buren, en Valparaíso. Allí, sus autoridades denunciaron la suspensión masiva de cirugías y tratamientos oncológicos debido a la falta de insumos y medicamentos. Además, un reportaje de Teletrece expuso la carencia de anestesia para partos y la escasez de camas para administrar suero intravenoso.

Ante la posibilidad de que esta situación se repita, el pasado miércoles 7 de mayo la Comisión de Salud del Senado realizó una sesión especial para abordar dos de los principales desafíos del sistema público: el déficit de recursos y el aumento de la violencia en los recintos asistenciales.

La preocupación más urgente del Ejecutivo radica en el elevado nivel de ejecución presupuestaria de los Servicios de Salud. Según datos oficiales, el gasto en bienes y servicios ya ha superado el 41% del presupuesto total asignado para 2025. De mantenerse esta tendencia, los fondos podrían agotarse por completo en julio o agosto, generando —como ha ocurrido en años anteriores— un déficit que afectará directamente la operatividad de hospitales y centros de salud.

El senador de la DC y presidente de la comisión de Salud, Iván Flores, se refirió a los hechos explicando las razones detrás del déficit, los cuales son “el costo de los insumos -post pandemia-, el envejecimiento de la población, la mayor demanda de los servicios de salud, sobre todo en enfermedades más complejas como las cardiovasculares, principal causa de muerte en Chile y el cáncer, siendo la primera”.

Flores también señaló que este fenómeno no es exclusivo de Chile, porque “el porcentaje del PIB en salud ha seguido aumentando a un 11% en países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Nuestro país sigue sin poder controlar la amplia deuda en listas de esperas”.

Por otro lado, la presidenta del Colegio Médico (COLMED), Anamaría Arriagada, comentó a El Narrador su perspectiva del problema, mencionando que “la situación es crítica, ya que afecta directamente al subtítulo ‘Bienes y Servicios de Consumo’, el que refleja la productividad hospitalaria. Esto ocurre en un contexto de alta complejidad sanitaria, con extensas listas de espera y una campaña de invierno en desarrollo”.

Según lo señalado en la Comisión de Salud, 16 servicios sanitarios ya presentan una ejecución superior al 40% en el subtítulo 22, correspondiente a “Bienes y Servicios”. Entre ellos destacan los de Coquimbo, Concepción, Araucanía Sur y Metropolitano Central.

Entre las soluciones que se barajan, la doctora Arriagada, explicó que es urgente “fortalecer los comités técnicos-éticos, que toman decisiones sobre terapias de alto costo y evaluación de tecnología sanitaria en El Ministerio”. Además, mencionó que se debe avanzar en una discusión profunda sobre las leyes médicas, el estatuto administrativo, el ausentismo laboral y el subsidio por incapacidad laboral: “Solo así podremos reducir la carga del gasto, favorecer la empleabilidad en el sector público y fortalecerlo, ya que constituye el pilar de la salud del país”.

La presidenta del Colmed también enfatizó que “el déficit es un problema recurrente, que históricamente se ha resuelto mediante inyecciones o transferencias extraordinarias de recursos”.

El sistema de salud pública en Chile enfrenta desafíos estructurales que amenazan con agravarse en el corto y mediano plazo. A la creciente presión presupuestaria y las listas de espera, se suman otros factores críticos, como el aumento de la demanda por migración, la incertidumbre generada por la crisis de las Isapres tras el fallo de la Corte Suprema, y una deuda hospitalaria que, según La Tercera, ya superaba los 50 millones de dólares con proveedores a comienzos de este año. Todo esto configura un panorama complejo, que exige soluciones integrales y sostenidas para evitar un colapso progresivo del sistema público de salud.

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