Financiamiento Público para la Educación Superior: ¿Una medida que beneficiará?


Financiamiento Público para la Educación Superior: ¿Una medida que beneficiará?

El presidente de la República, Gabriel Boric, presentó los objetivos del proyecto de condonación del “Crédito con Aval del Estado” (CAE) y anunció el nuevo sistema de “Financiamiento Público para la Educación Superior” (FES).

El mandatario aseguró que, con el término del Crédito con Aval del Estadio, también obtienen beneficios todo el entorno al estudiante o deudor, ya que “con el fin del CAE ganan los jóvenes y sus familias, quienes verán que desaparece o se alivia de manera significativa su deuda”.

En este contexto, se detalló que, una gran mayoría de estudiantes y familias tendrán menor deuda y aliviará el bolsillo de muchas familias que viven el día a día con lo justo debido a los abusivos montos a pagar.

Se presentó el nuevo método de financiamiento para los estudios superiores, donde destaca la eliminación de los bancos y aumentando los estándares de transparencia, considerando así una retribución justa por la formación recibida.

Necesidad del cambio

El sistema de financiamiento anterior (CAE), ha generado un alto nivel de endeudamiento en los estudiantes, provocando problemas financieros a las familias y una gran deuda para el Estado. Hasta mayo de 2024, la deuda total era de unos 11,700 millones de dólares; el 58.3% ha sido financiado por el Fisco y un 41.7% por la banca.

Además, la tasa de morosidad en el pago de cuotas sigue creciendo año a año, alcanzando un 73%, y entre los egresados es del 34%.

¿Izquierda o derecha?

Este escenario ha repercutido en el ambiente político, donde algunos aplauden el nuevo proyecto, otros expresan dudas sobre su sostenibilidad a largo plazo. Cristián Del Campo, rector de la Universidad Alberto Hurtado, comenta: “el sistema FES impacta más a aquellas universidades que tienen menos estudiantes con gratuidad”.

En el mismo tono, Juan Santana, diputado socialista e integrante de la Comisión de Educación de la Cámara, señaló: “este proyecto es un cambio absoluto de enfoque: la banca y los créditos ya no serán parte de la educación superior”.

Complementado lo anterior, Tomás Sánchez, investigador, señala que este proyecto podría generar  mayor distancia entre la educación escolar básica, media y la educación superior, debido a la gran cantidad de recursos que se destinan a la educación superior en comparación con la educación básica y media.

Incluso, atribuye que el problema de la educación en Chile proviene desde más abajo, donde las capacidades que un niño no desarrolla a los 5 o 10 años serán

irrecuperables a los 20 años, aseverando que seguir gastando en universitarios atraerá votos, pero no aborda el fondo del problema educacional.

Solo una buena implementación dirá los resultados

El FES viene con una promesa de alivianar la carga financiera de miles de estudiantes y sus familias, eliminando la presión que existe en los estudiantes debido a la deuda.

A pesar de que el FES tiene sus puntos fuertes, como la eliminación de aranceles y el copago reducido, hay preocupaciones desde distintas áreas, como la sostenibilidad financiera y la capacidad del gobierno para implementar todas las medidas propuestas.

Si se analiza otros sistemas internacionales, el FES se presenta como una opción prometedora, pero su éxito dependerá de una ejecución y puesta en marcha eficientes y de una adecuada asignación de recursos por parte del Estado.

El nuevo sistema de financiamiento universitario FES, presentado por el gobierno de turno, representa, un paso importante hacia una educación superior más justa y

accesible en Chile. Sin embargo, el éxito de este dependerá de la capacidad del gobierno para superar los desafíos que se presenten más adelante.

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