Positivo pronóstico del Banco Mundial para Chile de cara al futuro
En un desarrollo positivo para la economía chilena, el Banco Mundial ha revisado al alza su proyección de crecimiento económico para el país.
Por Rodrigo Sánchez
Anteriormente, la entidad financiera había pronosticado que Chile cerraría el año con un crecimiento del 2,0%, pero un nuevo informe ha elevado esta cifra a un 2,6%. Este incremento se debe a una fuerte demanda externa de productos básicos de energía verde y a recortes en las tasas de interés.
El Banco Mundial presentó este martes su informe «Perspectivas Económicas Mundiales», donde se actualizan las proyecciones económicas globales. Para Chile, la entidad financiera ha ajustado su pronóstico, estimando un crecimiento del 2,6% para este año y del 2,2% para 2025. No obstante, para 2026, la estimación ha sido ligeramente reducida de 2,3% a 2,2%.
Este ajuste positivo contrasta con la previsión de abril de este año, cuando el Banco Mundial había anticipado un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) chileno de apenas 2,0%.
En cuanto a Latinoamérica, el informe destaca que la región aún no se ha recuperado completamente de la crisis post pandemia. Se pronostica un crecimiento del 1,8% para este año y un 2,7% para 2025, impulsado por la estabilidad en Brasil y México. Además, se espera que Argentina retome el crecimiento con un aumento del 5% para ese mismo año.
Respecto a esto el experimentado economista, David Debrott, dijo que para que el Banco Mundial haga este tipo de predicciones es clave la balanza comercial, las exportaciones, la inversión privada, además del consumo privado que es una gran proporción del PIB.
Asimismo, Claudio Agostini, economista, académico e investigador chileno, resaltó que pronósticos como el que lanzo el Banco Mundial pueden afectar poco de cara a las inversiones internacionales que se hagan en Chile, ya que muchas de estas tienen tanta magnitud que no se dejaran llevar solo por predicciones.
En definitiva, el ajuste al alza de las proyecciones económicas para Chile por parte del Banco Mundial es una señal alentadora que refleja la resiliencia y el potencial de la economía chilena en un contexto global desafiante. Sin embargo, es crucial que las políticas internas del país continúen enfocándose en fomentar un entorno favorable para el crecimiento sostenible, considerando tanto las oportunidades como los riesgos asociados.